DESPEDIDOS
POR PARTICIPAR EN HUELGAS Los intereses de los negocios Mexicanos están tomando la elección de Calderón como punto de partida para tomar medidas severas en contra de los trabajadores que participan en las huelgas Nacozari, Sonora (México) - Solo días después de que el candidato Conservador Felipe Calderón se declarara como ganador de las elecciones presidenciales de México, el pasado 2 de julio, el comité de trabajo federal de México redujo el auge de los mineros que participan en las huelgas. En Nacozari, una de las minas de cobre más grandes del mundo, solo a pocas millas del sur de Arizona, 1.400 mineros han estado en huelga desde el 24 de marzo. El 12 de Julio el comité determinó que ellos habían abandonado sus trabajos y le dio a los dueños de la mina, Grupo Mexico, la autorización para cerras las operaciones. De acuerdo a las leyes de trabajo de México, durante una huelga legal una compañía debe parar la producción. El utilizar trabajadores que no se adhieran a la huelga es ilegal y ninguna empresa puede cerrar mientras los trabajadores esten en paro. Declarando que no hubo una huelga legal y que por lo tanto Grupo Mexico podría cerrar la mina, el comité le dio a la compañía un pretexto legal para despedir a cada minero. El cierre fue una ficción legal. En los días siguientes, los gerentes de la mina comenzaron a solicitar aplicaciones de trabajadores para los empleos para cuando la mina vuelva a funcionar. Algunos de los muchos mineros que fueron despedidos podrían ser aceptados nuevamente como empleados nuevos, pero sin considerar tiempo de antigüedad y contrato del sindicato. Y no todos estarán de regreso. Los trabajadores más áctivos en la huelga están en la lista negra. En el día del anuncio, el Gobernador de Sonora Bours Castelo emitió una orden judicial de arresto en contra de 21 huelguistas. Los dos sindicatos locales en huelga ofrecieron dialogar con la compañía para llegar a una solución del conflicto, pero Bours Castelo respondió que el contrato del sindicato ya no existía. "Las negociaciones ya no son posibles", él declaro, "desde que el sindicato ya no tiene ninguna relación de negociación con la compañía". Estos fueron los más recientes esfuerzos realizados por la admistración saliente Mexicana conservadora de Fox para forzar la terminación de la guerra de trabajo que ha sacudido al país por seis meses, una guerra que tiene a los beneficiarios del sector de privatización de México aceleradamente preocupados. No es una coincidencia que Fox se hubiera movido tan rápidamente para terminar la huelga cuando Calderón, el sucesor que él escogio cuidadosamente, se declaró ganador, en medio de acusaciones de fraude y grandes manifestaciones exigiendo un recuento. Los sindicatos en las minas y fábricas del país estan decididos a terminar la reforma económica conservadora de las dos décadas pasadas. Una victoria del oponente de Calderón, el antiguo alcalde de la Ciudad de México Andrés Manuel López Obrador, aumentaría la presión política en busca de la conclusión de esta reforma. De acuerdo con los intereses de los negocios del país, México en cambio debería estar nuevamente bajo control. En abril trabajadores del acero pararon de trabajar en la enorme fábrica de acero Sicartsa en Lazaro Cardenas, Michoacan, y lo han ocupado desde entonces con un planton (grupo de personas que se congrega en un lugar público para protestar por alguna causa). La policía local trato, sin éxito, terminar la huelga el 20 de abril, disparando y asesinando a dos trabajadores del sindicato. Mineros en otra de las más grandes minas de cobre en Cananea, México entraron en huelga en junio. Nacozari y Cananea son propiedad de Grupo Mexico, que a su vez pertenece a una de las familias más ricas del país, los Larreas. La fábrica de Sicartsa pertenece al Grupo Villacero, la cual es un negocio familiar del rico clan Villareal. Ambas familias le deben su enorme riqueza a la ola de privatización que transformó la economía mexicana en los años noventa, cuando prácticamente se les dio sus fábricas y minas. La junta directiva de Grupo Mexico ahora incluye directores de Kimberly Clark Mexico (el negocio familiar del miembro del Congreso de los Estados Unidos James Sensenbrenner, autor del último proyecto de ley anti-inmigrante HR 4437) y el Carlyle Group (cuyo comité incluye al antiguo Presidente George Bush Sr.). En los años noventa, el rápido crecimiento del capital de Grupo Mexico le dio las herramientas para comprar una de las minas más antigua y grande en los Estados Unidos, American Smelting and Refining Co. Napoleon Gomez Urrutia, jefe del Sindicato Mexicano de Minas, Metal y Trabajadores Aliados, dijo, "Ellos piensa que somos como el cáncer, y que debemos ser exterminados. Este no es un país que se pueda llamar democrático". El esfuerzo de Fox de destituírlo del mandato del sindicato fue el punto conflictivo que provocó los conflictos de los últimos meses. Dos días después de que 65 mineros murieran en febrero pasado en la explosión de una enorme mina de carbón, Gomez Urrutia acusó a la Secretaria de Trabajo y a Grupo Mexico, el dueño de la mina, de "homicidio industrial". Cargos de corrupción que la mayoría de los sindicatos veían como falsos fueron presentados en contra de él menos de una semana después. Mientras tanto, trabajadores de Nacozari, Cananea y Lazaro estuvieron en huelga, exigiendo su reintegro. En un reporte en Julio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos encontró que la oficina local del ministerio de trabajo federal tenia "claro conocimiento" antes del accidente, de las condiciones que provocarían la explosión. Desde el accidente, ocho mineros en otras minas han muerto en accidentes. El mismo día que el comité de trabajo de Fox anunció que le permitiría a Grupo Mexico despedir a los mineros de Nacozari, su adminitración también emitió una orden judicial de arresto en contra de otros seis lideres de los sindicatos de las minas por cargos de corrupción y se realizó una redada en la oficina nacional del sindicato en la Ciudad de México. Enfrentándose a la amenaza de cierre de su propia mina, el sindicato local en Cananea entonces decidio votar para terminar su huelga, mientras que en Sicartsa, la huelga continua. Mientras tanto, no obstante, Gomez Urrutia y su familia huyeron de México. Fox ha formalmente pedido a Canadá su extradición. Los Mexicanos se lanzaron a las elecciones en medio de este alboroto. Grupo Mexico y Grupo Villacero invirtieron mucho dinero en la campaña de Calderón, financiando comerciales prediciendo caos si Obrador resultaba elegido. Desde las elecciones del 2 de julio, enormes manifestaciones a nivel nacional, incluyendo los mineros y los sindicatos más progresivos, han exigido un recuento después de las acusaciones de fraude que pusieron en duda el diminuto margen de victoria de Calderón. A si ellos ganen o no el recuento, el conflicto de trabajo continuará, mientras que Grupo Mexico anuncio que despediría a los mineros de Nacozari, un portavoz anónimo de Scotiabank, uno de los más grandes, le comento al servicio de noticias Reuters que los negocios Mexicanos son partidarios de las acciones tomadas en contra de los huelguistas. "Esto establece un precedente, por lo tanto los trabajadores pensaran mucho mejor", él amenazo. |
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